Llegamos a casa.






Ya tenemos Santander a la vista. Vemos claramente el faro de Cabo Mayor y varios pesqueros con sus potentes luces faenando en las cercanías del Sardinero.
Llevamos 37 horas de viaje y en dos horas esperamos amarrar en Puerto Chico.
A pesar de que iniciamos la travesía con poco viento, ayer a partir de las 12 de la mañana, se entabló un fantástico viento del norte de entre 10 y 14 nudos, que nos permitió izar el asimétrico, mantenerlo durante más de 10 horas y hacer una media en ese periodo unos 6,7 nudos y puntas de casi 9 nudos en divertidos planeos.
Jose ha mejorado mucho, y sobretodo, le ha tomado el pulso al asimétrico de forma sorprendente. Creo que se ha divertido de verdad.
Ya entrada la noche, el viento amaino hasta los 6 o 7 nudos, por lo que decidimos arriar el spy y continuar la noche a motor y con la mayor ayudando, para no bajar de los 5 nudos.
En estas condiciones, el barco se ha comportado como un autentico campeón, sorprendiéndonos muy gratamente en los rumbos portantes.
Y de esta forma, tras una colorida puesta de sol y un sabrosos arroz con curry y pollo, (viva el Champion) iniciamos el turno de guardias hasta que amaneció en puertas de la bahía, algo cansados pero felices por una experiencia que ni Jose ni yo olvidaremos jamás.

De vuelta a casa








Navegar sin temor por el mar es lo mejor…así es como nos encontramos ahora mismo. Acabamos de cruzar el ecuador de nuestra travesía, y por fin han aparecido los delfines. Eran unos seis o siete, grandes de más de un metro, negros por arriba y de lomo blanco. Algunos daban tímidos saltos, pero todos se pegaban al casco del barco y lo cruzaban rápidamente por proa. Unos de ellos incluso pensé que lo atropellábamos pues estuvo un buen rato apoyado contra el casco, en proa, como dejándose empujar por el barco.
Así estuvieron durante unos 5 minutos hasta que se aburrieron y encontraron algo más entretenido que hacer. En ese momento nos fueron abandonando y les veíamos como se concentraban en otra zona, donde quizás había encontrado comida.
Más adelante vimos un par de ballenas, no muy grandes y de un color pardo. Estuvieron un rato a unos 20 metros, nadando en la superficie a babor nuestro. Lentamente las fuimos dejando atrás.
Por lo demás una travesía hasta el momento muy tranquila, poco viento salvo las primeras 8 horas donde el viento se entablaba entre 12 y 17 nudos, luego fuimos alternando motor y vela pero siempre con muy poco viento, en torno a 7 nudos.
La temperatura fantástica, el sol a veces fuerte y la mar en calma, con una ligera ola de mar de fondo en torno a 1 metro.
Las millas van cayendo lentamente mientras esperamos que el viento se anime y poder volver a navegar solo a vela como ayer.
Jose se ha adaptado bastante bien, tanto a pilotar el barco como a las maniobras, pero se marea ligeramente cuando entra dentro, por lo que hoy a dormido en cubierta. También se a adaptado bien a los tiempos lentos del barco, al principio veía nuestros avances en la carta y tenia cara de que nunca llegaríamos, pero a medida que caían las millas se animo. Ayer comimos unos raviolis y cenamos perritos calientes. Hoy como me aburro más y el mar está tranquilo igual me animo a un arroz con algo.
El barco se esta comportando muy bien, aguantando en los momentos de viento fuerte, y a buen ritmo a motor, una pena que no entre un pelin de viento más, por que la dirección es perfecta para el asimétrico, que solo hemos podido sacarlo unas tres horas esta mañana.

De la Rochelle a St Denis de Oleron.






Hoy hemos venido hasta la Isla de Oleron, a su ciudad principal y unos de los 5 puertos de las isla.

La travesia ha sido hoy tambien bastante dura, con viento de frente de 16 nudos de media. Aun asi hemos recorrido las 12 millas en algo menos de 3 horas. La tripulación ya no se asusta de las duras escoras que obliga este viento en ceñida, e incluso empiezan a disfrutar de la velocidad y de algun rocion que moja la bañera. Una vez en puerto, a pesar del fuerte viento que ya superaba los 20 nudos, hicimos otro buen amarre, esta vez gracias a la ayuda de Frederick que estaba alli y nos permitio abarloarnos a ella con facilidad.

Tras comer placidamente en el puerto, nos fuimos de excursion por el pintoreco pueblo, muy animado y marinero, pero con un toque mas juvenil y hippie que St Martin de Re.

Rochefort a La Rochelle







Hoy ha amanecido un día fantástico, calor, sol pero ni una gota de viento. Estamos en el puerto de Rochefort esperando la apertura de la esclusa, prevista para las 15 horas. Cada uno de los integrantes de la tripulación realiza los trabajos que tenemos repartidos. Edu hacer su cuarto y llenar el deposito de agua, Carol recoger su cuarto y fregar platos, Ori orden del salón y secar la vajilla, Mama hacer la comida y muchas cosas más y Papa enchufar la luz al Puerto.
Después de desayunar, por supuesto croisants, cada uno a lo suyo, Edu , Carol y Pancho a jugar y dar paseos por el puerto con “la perla negra”, el auxiliar del “Carolina”. Me encanta ver a Edu leyendo apasionado en su camarote su libro de piratas “en francés”, y a Carol manejando la perla negra de un lado a otro del puerto con Pancho de tripulante.
Ori pasa la mañana leyendo “la sombra del viento” mientras se achicharra al sol, Mama igual pero con Martíni, cigarrito y al son de Malu. Mientras tanto Papa a investigar trucos de los veteranos en los barcos que nos rodean y a charlar con los muchos franceses e ingleses que se pasan varios meses navegando de puerto en puerto y de mar en mar.

Finalmente se abre la esclusa e iniciamos la salida hacia mar abierto a lo largo de las casi 12 millas de ría ayudados por la marea y por un racheado viento de entre 10 a 14 nudos.

Una vez en mar abierto, el viento subió hasta los 20 nudos, y comenzamos una épica ceñida hacia La Rochelle, pasando por las islas de Aix y Oleron y el histórico Fort Boyard.

La navegación muy bonita pero dura, tanto por las seis horas que duro, como por la fuerza y dirección del viento. Pero todos estábamos encantados y disfrutando, sintiéndonos ya veteranos del mar y de esta aguas. Para colmo, la luz a la entrada del puerto era preciosa e hicimos unas bonitas fotos que nos ayudaran a recoradar aun más si cabe estos inolvidables días. Y llego la temida hora del atraque con viento duro. Pero ya no hay problemas, la tripulación esta perfectamente entrenada y a pesar de las condiciones, hicimos un amarre de libro. No como la salida de hace dos días, que por culpa de una boda que pasaba por delante nuestro (una procesión de barcos, con los novios ataviados como tales, encabezando la procesión de pies en la proa del primero de ellos). Bueno pues lo dicho, tan singular evento provoco la distracción de las chicas hasta tal punto que a pesar de mis gritos el Carolina acabo empotrado entre dos barcos franceses. Nada importante, salvo mi orgullo herido, y la bronca merecida que le cayó a la tripulación.

Resumiendo, una preciosa jornada, dura, pero excepcionalmente bien llevada por todos, salvo por Panchito, que ya sabe lo que es el “mal de mar”.

La Rochelle-Rochefort.



Ya estamos en Rochefort. Un madrugón, a las 8 de la mañana ya estábamos navegando.Salimos de La Rochelle, y tras 5 horas de navegación, arribamos al puerto interior de Rochefort. La navegación fantástica, con viento primero de 5 nudos y subiendo hasta los 16 nudos la segunda parte de la travesia. El mar como un plato y el barco navegando de maravilla. Una excursión inolvidable que se la debemos a nuestros guías, Cristofer y Frederica.
Una vez superamos todos los recovecos de la ría, tuvimos que esperar a la apertura de la esclusa para entrar al puerto con la pleamar.
El puerto muy autentico, donde no existen turistas, solo barcos de trotamundos y... nosotros los únicos españoles que el contramaestre recuerda.
En cuanto descansemos un poco y refresque (tenemos 32 grados y un sol de justicia), nos iremos de paseo por la histórica villa, que nos es la del queso, esa es Roquefort, esta es famosa porque todos los barcos de la real marina francesa, se esquipaban de cabulleria aquí.

Visita a la Flotte.




Hoy el dic amaneció muy triste, frío y lluvioso, por lo que tras los ricos cruasanes, decidimos hacer turismo por tierra. Pensando además que para el fin de semana tenemos previsto el crucero de tres días por las islas de la parte sur.
Empezamos la excursión por el mercado tradicional, luego una comida en el Bufalo Grill, ya que Edu llevaba desde su cumple queriendo ir un día a comer allí. Después por la tarde, y aprovechando que el día había despejado del todo cruzamos por el puente de Re hasta el bonito pueblo de la Flotte, ya que lo intentamos visitar hace dos días con el barco pero el pequeño puerto no tenia calado suficiente.
Un cafecito con excelentes vistas sobre el puerto y después alquilamos unas bicis y un tandem para recorrer el pequeño pueblo delicioso, pintoresco y tranquilo. Los niños disfrutaron del paseo de lo lindo y nos fuimos con la promesa de regresar antes de irnos para hacer otra excursión en bici.
De vuelta corriendo a La Rochelle, pues teníamos invitados a bordo. Cristofer y su mujer venían a picar algo con nosotros y a planear el largo fin de semana, (el lunes es festivo aquí, nada menos que la toma de la bastilla, la fiesta más importante de Francia junto con el día de Navidad).
Les encanto la cena, sobre todo el tinto de verano que con acierto había traído Patricia desde casa. (15 botellas de litro y medio, claro una por día, que menos).
Después a media noche fuimos al centre ville por que hoy se inicia el festival de música de La Rochelle, muy conocido en Francia. El ambiente en la calle era “increíble”, manadas de gente, de música callejera y escenarios. Un ambiente “fantástic” y una vida en la ciudad como nada que hayamos visto antes.

Celebramos el cumple de Edu







El dia 8 celebramos el cumple de Edu.Por la noche despues de cenar en un sitio muy chic nos fuimos al barco y con una tarta y sandevit tinto de verano,sopló Edu sus velas.Entrega de regalos y luego baile.La gente que paseaba por el pueblo, nos hacia fotos ya que somos los mas simpaticos y los que mas gritamos del puerto (los gabachos parece que no hablan).

De vuelta a La Rochelle











Tras pasar dos días maravillosos en Saint Martin de Re, hoy hemos vuelto al puerto de La Rochelle. Anoche despedimos a parte de la tripulación, los Varona, que han regresado hoy para Santander.
La travesía fue fantástica, con viento a favor entre 10 y 15 nudos, y Edu se ha ganado su trofeo de pirata, por llevar todo la travesía él solo el barco, mientras todos tomábamos el sol (casi tres horas de viaje).

Travesia hasta Saint Martin de Re.





Tras la llegada el sábado a la Rochelle, el domingo amaneció medio nublado y con mucho viento, por lo que decidimos pasar el día haciendo turismo por el centro histórico del pueblo. El ambiente en sus preciosas calles es muy agradable. Por la tarde sesión de aeobic dance en los pantalanes. Por la noche toco cena de “moules a la marine”, que buenos… los mejillones.
El lunes amaneció algo peor y el viento fuerte del día anterior ahora era un muy fuerte, con rachas de 60 nudos, por lo que tras el espectacular desayuno a base de maravillosos“croisans” nos fuimos a Futuroscope.
Día agotador pero muy divertido, los niños disfrutaron de lo lindo, y los menos niños también…
Por fin el martes amaneció un precioso y soleado día. Buen comienzo para el cumple de Edu. Decidimos que los chicos (Edu, Marcos, Nacho, Jose y Edu) navegaríamos hasta Saint Martin, y las chicas irían por tierra y allí nos reuniríamos.
Tras casi 3 horas de dura travesía con viento de 20 nudos y todo ceñida arribamos a la histórica villa amurallada, quizás el puerto y pueblo más bonito que hemos visto jamás.
Una hora de espera hasta que se abrió la esclusa y a vestirnos para cenar en el Saint Tropez del Atlántico. Por supuesto moules a la marine.
Tras la cena, fiesta en el barco con regalos y tarta para celebrar el cumple de Edu.
Menuda fiesta, con gorro cordobés y baile de sevillanas incluido, Que se note de donde venimos. Carolina ya sabe como se sienten los acosados por los paparazzis, fue la estrella que ilumino la noche en el puerto de Saint Martin.

Visita de los abuelos



















El domingo 22 nos visitaron los abuelos. El dia estaba nublado y acabo jarreando. Aun asi lo pasamos bien. El Abu se bajó en la Playa de la Magdalena en camisa, sin temer al chaparrón.

¡ Como son los de Cicero!

Los niños disfrutaron del día de lluvia paseando en un pedalo.


Terminamos con la Yaya jugando al cinquillo.

EN BUSCA DEL TESORO



Un día encontramos un mapa antiguo. Siguiendo el mapa, encontramos una isla, y empezamos a buscar en ella el tesoro escondido.

Edu lo encontró siguiendo todas las pistas, y estaba lleno de monedas de chocolate y ... hormigas.

Que aventura más increible.

En Santoña



Que bonito puerto, pero cuidado con las pilonas. La proxima vez con maderos como el Begoñita (cuantos trucos hay que aprender de los veteranos). Pero menos mal que estaba por alli Gonzalo de Ambrosero el "pescador".

Es tan simpatico que le llevamos con nosotros a la procesión de la Virgen. - ¡¡¡ VIVA LA VIRGEN DEL PUERTO!!!

- ¡¡¡ VIVA!!!

Travesia a Laredo. Petereta, petereta...


A primero de Septiembre, pasamos unos días en Laredo, una buena travesia, pero algo de frio. Ahora lo que nos reimos... Y además teniamos a Lola de anfitriona... Uno de esos días, entramos en la cueva de los piratas... que miedo pasamos todos, sobre todo los piratas...

Visita de los primos... la tripulación aumenta