Visita a la Flotte.




Hoy el dic amaneció muy triste, frío y lluvioso, por lo que tras los ricos cruasanes, decidimos hacer turismo por tierra. Pensando además que para el fin de semana tenemos previsto el crucero de tres días por las islas de la parte sur.
Empezamos la excursión por el mercado tradicional, luego una comida en el Bufalo Grill, ya que Edu llevaba desde su cumple queriendo ir un día a comer allí. Después por la tarde, y aprovechando que el día había despejado del todo cruzamos por el puente de Re hasta el bonito pueblo de la Flotte, ya que lo intentamos visitar hace dos días con el barco pero el pequeño puerto no tenia calado suficiente.
Un cafecito con excelentes vistas sobre el puerto y después alquilamos unas bicis y un tandem para recorrer el pequeño pueblo delicioso, pintoresco y tranquilo. Los niños disfrutaron del paseo de lo lindo y nos fuimos con la promesa de regresar antes de irnos para hacer otra excursión en bici.
De vuelta corriendo a La Rochelle, pues teníamos invitados a bordo. Cristofer y su mujer venían a picar algo con nosotros y a planear el largo fin de semana, (el lunes es festivo aquí, nada menos que la toma de la bastilla, la fiesta más importante de Francia junto con el día de Navidad).
Les encanto la cena, sobre todo el tinto de verano que con acierto había traído Patricia desde casa. (15 botellas de litro y medio, claro una por día, que menos).
Después a media noche fuimos al centre ville por que hoy se inicia el festival de música de La Rochelle, muy conocido en Francia. El ambiente en la calle era “increíble”, manadas de gente, de música callejera y escenarios. Un ambiente “fantástic” y una vida en la ciudad como nada que hayamos visto antes.