Ya estamos casi todos, solo faltaba Gloria por incorporarse, que vendrá en unos días de su viaje de cooperante a Togo. Amanece un día explendido y los diez, incluyo a Pancho y Lola, salimos del puerto de Gijón para despedir a los barcos de La Figaro que parten hacia Bretaña. Tras una travesia corta, repetimos ruta hacia Luanco para que al igual que nosotros el resto de la tripulación disfrutara de este inmejorable plan.
Despues de comer en Luanco, a bucear entre las rocas. A pesar de la temperatura fria del agua los niños disfrutaron muchisimo viendo los peces y algún pequeño pulpo.
Ya por la tarde, navegamos hasta Candás donde cenamos y pasamos las últimas horas de sol del día. La entrada a Candas, no presenta dificultad alguna. El puerto cuenta con un pequeño pantalán de cortesisa donde un par de barcos pueden pasar la noche comodamente. Si no hay sitio en el pantalán, se puede fondear en el puerto.
A media noche, partimos para Gijon, en una emocionante ruta nocturna. Primera experiencia de navegar por la noche para algunos. Un día bien aprovechado.
