De nuevo navegando esta vez hacia Ribadesella. La entrada debimos hacerla con cuidado por el poco calado en la entrada de la ría y lo mismo sucede al acercarse al pueblo, donde nos tuvimos que pegar al muro buscando la zona de mayor calado. Luego a amarrar pegados al paseo. Un amarre incomodo y para el que tuvimos que utilizar los dos tablones que el "out of the blue" y nosotros llevábamos para ese fin. Menos mal que llegamos pronto porque luego hubo gente que no pudo encontrar casi amarre y algún barco incluso tuvo que renunciar a quedarse y seguir navegando. Es una pena que un pueblo tan bonito no cuente con ningún tipo de instalación para barcos de paso, pero bueno turismo que pierden, porque estábamos tan incómodos que todos los barcos que allí paramos, estábamos deseando partir hacia puertos más acojedores.
